lunes, 9 de julio de 2012

El medievo con tu ano

Que se me caiga el pito si miento, pero juro que no recuerdo cuánto hace que dejé de descargar canciones de Internet, parche en el ojo incluido. Hace mucho, eso sí lo sé. ¿Cuatro? ¿Cinco años? Es posible que seis; incluso siete. Aburguesarse implica pagar por la música, y eso es lo que empecé a hacer. (En realidad continuar, porque mi colección de CDs, sin llegar a ser portentosa, era digna de elogio para ser un estudiante pobretón). También sé que justo antes de dejarlo, por aquello de «la última vez, cariño, y mañana te respetaré y no lo diré a nadie lo que me has hecho, so guarra», dejé el ordenador unas dos semanas descargando durante veinticuatro horas cientos de discos. Todo lo que pillaba en los foros del pirateo inmisericorde. De forma indiscriminada bajaba desde blues y jazz hasta reguetón. El 99% de aquella tonelada de zips y rars acabó arrinconado en un disco duro extraíble y, pasado el tiempo, borrado miserablemente cuando necesité espacio para cosas más interesantes con la convicción de que, además, nunca llegaría a perder tiempo en clasificarla ni rescatar ninguna cosa. Es complicado rescatar cuando no se sabe exactamente qué hay que rescatar. El 1% restante, que tiempo después incorporé a la biblioteca iTunes, lo fui eliminando paulatinamente. Si no lo escucho no merece la pena dejarlo; y escucho lo que compro. Lo compro porque me gusta. Si me gusta, lo escucho. En fin, un círculo vicioso.

De vez en cuando, sin embargo, tropiezo con algún superviviente de los sucesivos exterminios. Emerge cuando dejo al DJ de iTunes que amenice las tardes de programación. Y así ha aparecido una canción de Mamá Ladilla, grupo del que no tengo especial recuerdo de buenas canciones debido a su estilo particular, que se me antoja de usar y tirar, que ha conseguido, sin embargo, hacerme sonreír y, de hecho, la he escuchado de forma compulsiva durante un buen rato. El título 'Sucedió en Beckelar', y un estribillo que da título a esta entrada. Parte al menos. En la web del grupo podrán disfrutar, con animación flash grotesca incluida, de la canción de forma íntegra. Puede herir la sensibilidad —o sensiblería— de alguno.

Ha conseguido sacar mi lado gamberrete. Y el republicano. ¿Quién se apunta a quemar palacios y decapitar a miembros de la realeza? Los elefantes del Mundo nos lo agradecerán.

viernes, 6 de julio de 2012

Retomando XNA

Esta semana empezó el horario de verano. El último mes ha sido de locura. Pero de la verdadera. Hace dos fines de semana trabajé el equivalente a una semana normal. Los viernes la jornada laboral termina a las dos de la tarde y yo seguí trabajando hasta las cuatro de la madrugada. El sábado y el domingo lo mismo. Después del sobre esfuerzo parece que todo vuelve a la normalidad. Me he encontrado con las tardes libres y una vida bastante solitaria. Aquí en Madrid apenas conozco a nadie y casi todo el mundo anda muy liado. Sea como fuere, en algo hay que rellenar el tiempo y, como ver la televisión no es de mis actividades favoritas, he optado por retomar la idea de hacer una versión de Profanation para dispositivos móviles. Pero antes voy a darle con ganas al XNA hasta que lo tenga bastante controlado, para lo que he empezado con cosas más sencillas

Seguiremos informando.


Ya no tengo Facebook

Tampoco es algo que resulte especialmente reseñable. Llevaba tiempo dándole vueltas a la idea. Finalmente eliminé mi cuenta de Facebook.

No, no la desactivé. Desactivar lo puedes hacer directamente desde las opciones de la administración de la cuenta. No. La eliminé completamente. Antes borré una a una las publicaciones y las fotografías que tenía desde que la abrí. Toda precaución es poca. Bueno, eliminada en teoría, porque te mandan un correo diciendo que durante dos semanas aún te puedes arrepentir. Pasado ese período de gracia será como si nunca hubieses estado en esa red. No hay marcha atrás.

Ha transcurrido una semana. Me embarga cierto sentimiento de libertad y de satisfacción abstractos.

Ojo con pulsar el enlace anterior, que si tienes cuenta abierta se la cepilla.


¿Me cepillaré también la de Google+?

Foto tomada aquí. Autor: Alan Levine.

domingo, 1 de julio de 2012

Seis coma catorce


El tiempo pasa volando. Perogrullada. No resulta tan de perogrullo que lleve seis años casado con la que sigue siendo la persona más importante en mi vida. Y menos aún que en unos meses se cumplan catorce años que comenzamos una relación. Asombroso. Algo bueno tuve que hacer en otra vida :-)