Si alguna vez cantaran mi historia, cuenten que caminé entre gigantes. Los hombres brotan y se marchitan como el trigo invernal. Pero estos nombres nunca morirán. Cuenten que viví en los tiempos de Bill Gates, domador de ordenadores. Cuenten que viví en los tiempos de Steve Jobs.
Inspirado en la secuencia final de Troya:
Sea pues mi tributo personal a un gigante que nos ha dejado.
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