O un enfriamiento, o un resfriado, o un enfisema pulmonar. Lo cierto es que ayer me pilló por sorpresa la bajada de temperatura a primera hora. Me levanto a las cinco y media de la mañana y salgo un rato después. Y ayer hacía frío. Mucho. Y la noche anterior hacía calor. Bastante. Y yo iba en camiseta de algodón fina y de manga corta; y acababa de ducharme con agua más bien caliente.
Ahora estoy seguro que vivimos en Matrix. Estoy convencido que hay algún impedimento físico, alguna Ley Natural inquebrantable, en el Universo Real, que hace imposible que baje la temperatura más de diez grados en menos de seis horas. Esas cosas, como volar o detener balas, sólo pasan en el mundo virtual.
Pero lo cierto es que llevo dos días con un enorme trancazo y respirando por la boca.
Y…
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